En esta publicación vamos a hablar de juegos musicales que podemos llevar a cabo con nuestro alumnado para trabajar el Bloque 2: Vida cotidiana, autonomía y juego del área 1 del currículo.
En este bloque, como ya hemos tratado, se destaca la importancia de aquellos momentos pertenecientes a la vida cotidiana de los pequeños, como son las rutinas y hábitos de alimentación, higiene, saludos y despedidas, juegos, etc. Lo que se pretende mediante estos juegos es fomentar en los niños estas prácticas para que vayan formando parte de su rutina y se familiaricen con ellas.
El primer juego está relacionado con el desayuno. Consiste en que, sentados en asamblea, vamos cantando el nombre de diferentes alimentos y realizamos gestos con manos (provocando que suenen) imitando cómo los tomaríamos. En este vídeo podemos ver un ejemplo (hasta el minuto 3:55). Como se puede apreciar, se van incorporando cada vez más alimentos y se va aumentando la velocidad a la que se realizan la canción y los sonidos. El objetivo de este juego es conocer y entonar nombres de alimentos comunes y saber llevar el ritmo con las manos, así como aumentarlo y disminuirlo.
Otro juego, que es por todos conocido y que nos viene al dedo para trabajar este bloque, es el de las sillas musicales. Colocamos en círculo tantas sillas como alumnos haya menos una, y los niños deberán moverse por el espacio bailando mientras suena música. Cuando esta se detenga, ellos tienen que sentarse en las sillas. En cada ronda se van quitando una o varias sillas hasta que solo quede una. Este juego fomenta el movimiento mientras se escucha y se canta la canción, así como el respeto a las normas (no ocupar la misma silla dos compañeros, no empujar a otros niños, etc.) para un buen desarrollo de la actividad.
Un recurso que podemos usar también con los alumnos son las campanas afinadas. Estas, además de ayudarles a conocer desde muy pequeños los diferentes sonidos y a ir asociándolas con las notas correspondientes mediante su manipulación, les permiten relajarse. En el siguiente vídeo podemos ver a una musicoterapeuta entonando diferentes notas, y los niños tienen que repetirlas a través de las campanas. La concentración que supone esto, así como el sonido que produce este instrumento, provoca en el alumnado relajación, algo esencial tras momentos que les activan como el recreo.
Por último, tenemos otro juego relacionado con la alimentación. Consiste en cantar una sencilla canción ("Mono, banana, corre corre corre y se sube a una palmera, corre corre corre y se come una banana, ¿y qué pasó? No masticó, se indigestó y se soltó") mientras los niños siguen el ritmo mediante palmas y en las rodillas. Se puede aumentar o disminuir el tempo para que el alumnado vaya experimentando y conozca que, aunque el tempo varíe, el ritmo se debe seguir en todo momento. La canción puede cambiar de animal y/o de fruta, con el fin de que los pequeños sepan los diferentes nombres de los animales y frutas y, además, que hay que masticar bien los alimentos antes de tragarlos. Esta profesora lo explica y lo canta en su vídeo:
Post realizado por: Maribel Casas Saelices